servicios_cabecera3

TRATAMIENTO EN AUTOCLAVE


El tratamiento en autoclave es fundamental para proteger a la madera frente a los insectos y hongos que le atacan. Es un tratamiento tanto preventivo como curativo, y es una protección en profundidad que no se puede alcanzar aplicando productos similares a mano (brocha, pincel, pistola…).

El tratamiento que aplica a la madera Incofusta, además de añadir los pigmentos adecuados para dar a ésta el tono deseado, cumplen una triple función protectora: antimicótico, contra los insectos xilófagos, e impermeabilizante para impedir que se produzcan manchas en la madera si ésta se moja.

El tratamiento en autoclave de Incofusta, es un tratamiento de doble vacío, un proceso altamente controlado en el que se impregna la madera hacia el interior y se inyecta el protector en las cantidades requeridas, que le confiere una alta resistencia a la destrucción biológica y climatológica. El protector empleado es protector preventivo y curativo de la madera de la familia de los orgánicos. Contiene biocidas (insecticidas y fungicidas) que protegen a la madera contra los agentes destructores y destacando por sus propiedades anti-termitas y anti-carcomas.

Tiene incorporado coadyuvantes que le confieren un poder repelente al agua, y utilizados en madera con un contenido de humedad determinado, mejoran sensiblemente la estabilidad dimensional de estás, confiriéndoles un carácter hidrófugo, no altera la posterior aplicación de productos de acabado, así como el comportamiento de las juntas encoladas. Al no humedecer la madera, hace que no se produzcan movimientos dimensionales durante el ciclo de impregnación, efecto que puede producir otro tipo de protectores.

En el capítulo 3 del documento Básico SE-M Estructuras de Madera, se tratan las medidas para garantizar la durabilidad de la estructura de madera, al menos durante el que se considere periodo de servicio y en condiciones de uso adecuado. Los elementos estructurales de madera deben estar protegidos de acuerdo con la clase de riesgo a la que pertenecen, que está relacionado con la probabilidad que un elemento estructural sufra ataques por agentes bióticos, y principalmente es función del grado de humedad que llegue a alcanzar durante su vida de servicio. Se definen las siguientes clases de riesgo:

Clase de riesgo 1: el elemento estructural está bajo cubierta protegido de la intemperie y no expuesto a la humedad. En estas condiciones la madera maciza tiene un contenido de humedad menor que el 20%. Ejemplos: elementos estructurales en general que no estén próximos a fuentes de humedad, estructuras en el interior de edificios;

Clase de riesgo 2: el elemento estructural está bajo cubierta y protegido de la intemperie pero se puede dar ocasionalmente un contenido de humedad mayor que el 20 % en parte o en la totalidad del elemento estructural. Ejemplos: estructura de una piscina cubierta en la que se mantiene una humedad ambiental elevada con condensaciones ocasionales y elementos estructurales próximos a conductos de agua;

Clase de riesgo 3: el elemento estructural se encuentra al descubierto, no en contacto con el suelo y sometido a una humidificación frecuente, superando el contenido de humedad el 20%. Ejemplos: puentes de tráfico peatonal o rodado y pérgolas; Se divide en dos clases:

Clase de uso 3.1: el elemento estructural se encuentra al exterior, por encima del suelo y protegido, es decir sujeto a medidas de diseño y constructivas destinadas a impedir una exposición excesiva a los efectos directos de la intemperie, inclemencias atmosféricas o fuentes de humedad. en estas condiciones la humedad de la madera puede superar ocasionalmente el contenido de humedad del 20%. ejemplos: viga que vuela al exterior pero que en su zona superior y testas están protegidas por una albardilla o piezas de sacrificio.

Clase de uso 3.2: el elemento estructural se encuentra al exterior, por encima del suelo y no protegido. en estas condiciones la humedad de la madera supera frecuentemente el contenido de humedad del 20%. ejemplos: cualquier elemento cuya cara superior o testa se encuentre sometida a la acción directa del agua de la lluvia, pilar que sin estar empotrado en el suelo guarda con éste una distancia reducida y está sometido a salpicaduras de lluvia o acumulaciones de nieve, etc.

Clase de riesgo 4: el elemento estructural está en contacto con el suelo o con agua dulce y expuesto por tanto a una humidificación en la que supera permanentemente el contenido de humedad del 20%. Ejemplos: construcciones en agua dulce y pilares en contacto directo con el suelo.

Clase de riesgo 5: situación en la cual el elemento estructural está permanentemente en contacto con agua salada. En estas circunstancias el contenido de humedad de la madera es mayor que el 20%, permanentemente. Ejemplo: construcciones en agua salada.



Contacto

Contacta con nosotros para más información